Verdá verdaíta

Si estuviera un una situación inaplazable en cuanto decisiones, definitivamente eligiría sin dudar tener un hambre atroz que tener un hombre atrás.

It's the end of the world...

Escucho a REM rogando porque el miércoles se termine lo que llamamos mundo.
Si no sucede, mis acreedores pueden pasar el próximo jueves de 10 a.m. a 3 p.m. por el coche 2005 (con una raspadura en la puerta del copiloto y 25,000 kilómetros recorridos en esta semana), la televisión de 54 pulgadas (incluído el chicle que embarré mientras conectaba el Home Theater System), el DirecTV (un poco oxidado por un trágico ataque de una fracción del Ejercito de Palomas Caguengues), el Chihuahua ( las pulgas son cortesía de la casa), la alberca móvil (no hagan caso si el agua aparece un poco amarilla, es cosa del clima), la caminadora (sin usar), la escaladora (sin desempacar), la bici estática (que de veras no se ha movido), la muñeca inflable (inflada :s), el asador con rueditas, el dvd sin rueditas, y otras cosillas que sería aburrido enumerar.
Y desde ya maldigo a los que pronosticaron la catástrofe por producirme una de tipo financiero.
Rediez ¡Reveinte!

Life is a celebration

Me gusta leer a Germán Dehesa. Soy de esas personas que se sienten incompletas cuando no han hecho algo e incompleto me siento hasta no encontrar sus letras en el diario. A veces me identifico con él, otras no estoy muy de acuerdo en lo que dice (lo que no significa que yo tenga razón, por supuesto) y en las restantes me pone de buen humor, que es algo que agradezco sobremanera, así como el que tenga el detalle de responder a los correos con los que he tenido a mal causar distrubios en su bandeja de entrada.

Me gusta leer a Armando Fuentes Aguirre. Esa extraña y mexicana mezcla de humor y solemnidad invitan a admirar a una persona que sin que muchos nos demos cuenta ha hecho mucho por la sociedad de su natal Saltillo y ha sembrado sueños en otras partes del país. Yo he tenido la oportunidad de saludarlo en dos ocasiones, la última cuando apenas iniciaba la preparatoria. Debo confesar que me sorprendió muchísimo el que me haya ofrecido su apoyo por si me decidía estudiar en Saltillo una carrera universitaria. Tristemente no fue posible, pero mi admiración y respeto se acrecentan cada vez que tengo la oportunidad de leerlo.

Me gusta leer a Armando Sámano. Sin complicarse la vida, desenmaraña la vida política y social del país y ofrece un punto de vista personal sobre los acontecimientos del momento. Comparte con sus lectores su preocupación por no haber asistido a la utópica Escuela para Padres y la forma en que aprende día con día a desempeñar papeles que si bien nunca serán reconocidos con premios Oscar o Nobel le retribuyen satisfacciones que valen mucho más que todos los premios juntos.

¿Qué por qué menciono estos tres nombres? Porque el principal atractivo de sus escritos es la ausencia de pretensión. No buscan, como muchos, imponer su verdad sino aportar opiniones en busca de despertar en el lector una respuesta, cosa que logran con facilidad. Por eso me gusta leerlos.

El miércoles, el buen maese Sámano cumplió un año con There is no such thing as WOM. Desde aquí la felicitación y el agradecimiento por dejarnos entrar al portal de su cibercasa. Gracias, Armando.

Paralímpicos

No hay mejor muestra de superación que ver el ánimo de los atletas paralímpicos. Suplen con ganas la difícil prueba a la que la naturaleza los ha sometido. Pensemos en eso cuando les llamamos discapacitados, que muchas veces los faltos de capacidad somos nosotros.

(Sin) Razón Social

Anoche, un grupo de amigos fuímos a cenar a un lugar llamado Taco'n Ganas.
La decisión de la mayoría (la minoría era solamente yo) fue acudir ahí porque "el nombre llama la atención". La comida, regular.

En fin, no es mi intención hablar de gastronomía local, sino del ejercicio que propusieron en la plática de sobremesa: ¿qué nombre le pondrías a una taquería?
Las respuestas fueron variadas, desde los que pretendieron ser elegantes hasta la naquería total, encarnada por su seguro servidor.

Algunas de las respuestas y argumentos fueron:
Taco-Riendo (Porque la gente se iría contenta después de haber cenado delicioso)
TacoLoco (La locura del sabor o_0)
Tacos & More (La variedad ante todo y el inglés para marcar territorio)
A-Taco (El subconsciente delató al discípulo de Bush)
Y la menos popular fue, of course, la mía:
Taquería Y Me Dejates' (Los nacos también tenemos corazón).

Dicen que no tiene sentido. Yo reclamé que el sentido no se había especificado en la convocatoria pero no fuí respaldado.

Son las consecuencias de la sinrrazón social.

Otra vez Bush

El presidente gringo ha enviado tropas al Golfo de México. Dicen que lo hizo al escuchar en las noticias sobre el avance de un tal Iván con rumbo a la Florida.
Dicen, que conste.
Dicen.

Helado de limón/El lado del limón

Hace un calor del demonio y me afecta demasiado. Creo que soy polar, aunque mi psicólogo se empeña a agregarle un "bi" y yo me he cansado de aclarale que tengo mi preferencia sexual definida desde que jugaba a los doctores y las enfermeras. Yo era doctor, por si el psicólogo (alguien) anda por aquí.

Retomo el curso del texto: soy polar y el frío es mi vitamina, el invierno un paraíso y la flojera del mercurio para subir en la escala de grados, una bendición.

Pero toda felicidad es incompleta y la alegría del clima helado no es la excepción. Hay algo que no tolero y, tristemente, creo que no alcanzaré a solucionar en esta vida: el lado oscuro del limón se pone gélido así use dos pares de calzones, pijama, "chors" y pantalones de gruesa mezclilla. Un frío que duele.

Es el sacrificio que me implica enfrentar un invierno crudo y temible para muchos. El calor derrite mi esperanza. Es un tema escabroso y que no debo tratar aquí, pero la desesperación es mucha y el pánico de ver llegar otra noche de ventanas abiertas y árboles paralizados ante la indiferencia del viento me orillan a confesarlo: prefiero tener las nalgas frías que evaporarme infeliz.

El limón sufre mientras espera la aparición de su lado helado. Sniff.

Blografía

Cuando tenía otros complejos, el caso específico de Zelig, me describía así:

"...soy alérgico a los sentimientos; me contagio facilmente de felicidades y tristezas ajenas"

Hoy creo que, más que una línea atribuída a un personaje, hablé por mí.
Finalmente, Omar les ganó a sus espectros.
Eso debe ser bueno.

Orgullo verde

Siempre quise tener más visitas que algún otro, cualquiera, sitio.
Ya lo conseguí, aunque a mis ahijados no les haga mucha gracia el asunto.

Suda, Bush

De acuerdo a recientes encuestas aplicadas en mi entorno familiar, el 20% votaría por Bush, el 25 % por Kerry, el 30% por mí y el 25% restante no se decide.
En teoría puedo ser el próximo Presidente de Estados Unidos.
En la práctica, tengo que seguir sacando la basura de la cocina los lunes, miércoles y viernes.
Maldición.

Cambios

Finalmente tengo el teléfono que quiero.
Ahora solo me falta que me llame quien quiero que lo haga.
Wots.

Anécdota

Una vez nací. Y ya.