Diferencias
Haciéndo un análisis rápido y conciso de situaciones, descubro que entre Luis Miguel y yo no hay muchas diferencias.
En cuestión de mujeres tenemos prácticamente los mismos gustos.
Cuando se trata de dinero, yo lo gasto en mujeres malas y él en unas muy buenas.
Su vida es cara y su cara es su vida. Yo le hago buena cara a la vida, aunque la vida no me haya dado buena cara.
Lo repito: en cuestión de gustos, gastos y gestos, entre Luis Miguel y yo no hay muchas diferencias.